Fukushi Masaichi: El legado del patólogo que coleccionaba tatuajes
En el mundo del tatuaje, la figura de Fukushi Masaichi (1878-1956) despierta fascinación y controversia. Este médico patólogo japonés dedicó su vida a la investigación del cuerpo humano, incluyendo una peculiar colección: más de 2000 pieles tatuadas extraídas de cadáveres. Su trabajo, aunque controvertido por sus métodos, nos ofrece una ventana única al pasado del tatuaje en Japón y su significado cultural.
Primeros años y formación médica
Nacido en la prefectura de Yamaguchi en 1878, Masaichi Fukushi se crió en una época de cambios radicales para Japón. Tras la Restauración Meiji de 1868, el país se modernizaba rápidamente y se abría a Occidente. Fukushi se sintió atraído por la medicina y estudió en la Universidad Imperial de Tokio, graduándose en 1903. Su interés por la patología lo llevó a Alemania, donde completó su formación en la Universidad de Munich.
El inicio de la colección de pieles tatuadas
De regreso a Japón en 1914, Fukushi comenzó a trabajar como profesor en la Facultad de Medicina de Kanazawa. Fue allí donde su fascinación por los tatuajes lo llevó a iniciar su controvertida colección. En una época en la que el tatuaje estaba asociado con la delincuencia y las clases bajas, Fukushi vio en él una forma de arte y un importante objeto de estudio.
Métodos y técnicas de recolección
Fukushi obtenía las pieles tatuadas de diferentes maneras. En algunos casos, las extraía él mismo de cadáveres en la morgue del hospital donde trabajaba. También las compraba a tatuadores o las recibía como donaciones de familias de personas fallecidas con tatuajes. Para preservarlas, las curtió y las montó sobre marcos de madera.
La colección: Un archivo invaluable del tatuaje japonés
La colección de Fukushi abarca una amplia variedad de estilos y motivos de tatuajes japoneses, desde diseños tradicionales como dragones y carpas koi hasta escenas mitológicas y representaciones de la vida cotidiana. Es un archivo invaluable que documenta la evolución del tatuaje en Japón durante un período de cambio social y cultural.
Controversia y crítica
El trabajo de Fukushi ha sido objeto de controversia desde sus inicios. La crítica se centra en la ética de la obtención de las pieles tatuadas, especialmente de cadáveres. Algunos consideran que su método es una forma de profanación del cuerpo humano.
Legado y trascendencia
A pesar de la controversia, la colección de Fukushi ha tenido un impacto significativo en el estudio del tatuaje. En 1972, fue donada al Museo de la Universidad de Toho en Tokio, donde se conserva y exhibe al público.
Otras figuras relevantes en la historia del tatuaje
Existen otras figuras que han realizado trabajos similares al de Fukushi. En Europa, el médico francés Octave Terrien (1837-1907) también coleccionó pieles tatuadas, aunque su enfoque era más antropológico que médico. En Estados Unidos, el artista y tatuador Don Ed Hardy (1945-) ha dedicado su vida a la preservación del tatuaje tradicional japonés, documentando y fotografiando diseños y artistas.
Conclusión
Fukushi Masaichi fue un personaje complejo y controvertido. Su colección de pieles tatuadas es un legado invaluable para el estudio del tatuaje, pero también un recordatorio de las complejidades éticas que rodean este arte corporal. Su trabajo nos invita a reflexionar sobre la relación entre el cuerpo, la cultura y la muerte, y a valorar el tatuaje como una expresión cultural única y significativa.